Para salir de la isla flotante volvemos en el monorail. A la salida del edificio de Fuji nos encontramos con un puesto de udon (fideos gordos) dedicado a un manga.
Nos dirigimos al barrio de Shinjuku, característico porque conjuga las zonas de compras con lugares para consumir porno y derivados.
Interior del monorail. Nos sentamos delante, lo mejor es que no hay conductor.
Un cartel informativo en el monorail. Siguen con sus avisos con dibujos. Éste de cuidado con las puertas donde los protas son unos pájaros (feos por cierto).
El barrio está abarrotado de vallas.
Shinjuku. Así se promociona un centro comercial, con un cerdito con collares.
Además de la zona VIP también hay callejuelas como ésta, una mezcla de farolillos, carteles y cubos de basura.
Un espacio para fumar en la calle. Hay calles donde dejan fumar y otras que no. Muy curioso.
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