Para rematar la noche entramos en una gigantesca tienda de juguetes, Yamashiroya, donde literalmente nos vaciamos los bolsillos. Hay plantas y plantas de todo tipo de juguetes, desde infantiles a americanos, pasando por manga (cualquier cosa de Doraemon), de coleccionista (Star Wars), accesorios, retro (Gremlins!!), cajas sorpresa y máquinas de bolas. Hay un rincón de Totoro acojonante.
Lo más alucinante es encontrarte a todos tus personajes de ficción en forma de palillos, vasos, imanes, colgantes para móvil y todo lo que te puedas imaginar. Encima es víspera de Halloween y todas las tiendas tienen un punto festivo importante. En cada planta pagas lo que hayas comprado y siempre te van a recoger el dinero de una bandeja, nunca de las manos. Las muñecas rusas Unazukin mueven la cabeza y me pillo un par de ellas.
Agotados volvemos en metro. Éste es el plano. Más o menos ya nos vamos haciendo, pero siempre verás a algún japonés más perdido que tú.
7.10.06
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