Es fácil encontrar un jardín y dentro una zona dedicada al rezo, con dragones y un cazo para purificar el alma. El agua moja tus manos o tu boca. Lo encontré en Asakusa, dando una vuelta alrededor de los templos.
Es famoso el teatro de Asakusa . Cuando lo descubrimos ya había japoneses haciendo cola para entrar. Era pequeño y con grandes adornos en la entrada.
Sin salir de estas calles, nos encontramos varios murales de cartón de esos que tienen un agujero para meter la cabeza. En éste Jose se convierte en un dragón con mala ostia. En el dibujo se podía leer Tokiwado
Lluch, Peik y yo misma en plan procesión.
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