No salgo de mi asombro ante tanta comida. Está por todas partes: en los escaparates, en las máquinas y en los puestos callejeros. Donde menos te lo esperas hay comida a tu disposición. Los japoneses comen varias veces al día y casi nunca en casa, o eso dicen.
Me extrañó encontrar, por ejemplo, una máquina que exhibía crepés de cera en su escaparate (al loro lo que meten dentro, trozos de fruta y todo) o una cesta muy sabrosa que contenía una carpa (para mí nada atractiva, claro).
Punto y aparte son los Onigiris, unas bolas de arroz (casi siempre en forma de triángulo) que contienen pescado o algún condimento que le da sabor. Está buenísimo y lo venden también en supemercados para llevar. Suelen combinarlo con otros platos ya que el arroz funciona como sustituto del pan. Y como muestra de un puesto éste de bolas de arroz fritas, una de ellas con sabor a té verde, algo que les encanta a los japoneses. Este puesto en concreto estaba en Asakusa.
7.10.06
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario