Defraudados por los frikis de Yoyogi, nos vamos a culturizarnos un poco y a respirar un poco de paz. Al lado, a diez minutos, se encuentra el santuario Meiji Jingu. Para llegar hasta los templos cruzas un magnífico bosque. De pronto nos encontramos con estas hileras de farolillos que, dicen, dan buena suerte.
Tras pasar el bosque entras al santuario por una gran puerta y lo primero que encuentras es este pequeño templo en el que el rito de la buena suerte consiste en recoger agua con un cazo y echarla por encima de las manos. El ritual continúa dentro. Éste es el primer paso.
Fuera, en una gran explanada frente al templo principal, puedes colocar algún mensaje que quieras que se cumpla, algún deseo. Para ello, compras por 300 pelas una tabl pequeña, escribes y la cuelgas. También venden unos monjes en cerámica muy chulos, que tienen una bolita dentro que tintinea. La japonesa que me lo vendió antes de empapelármelo como si fuera para regalo lo movió. Al ver que sonaba le dio su aprobación.
Peik y yo delante de los mensajes.
5.10.06
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