4.10.06

Segundo día (parte 6): primera tienda de juguetes

Un pecado capital (además del de no ir a una tienda de electrónica) es no entrar y arrasar en una tienda de juguetes. Hay por todas partes. También como los americanos, los japoneses son pelín infantiles. Pero a nosotros nos encanta. Entramos en una que es como un Corte Inglés sólo de juguetes. Venden desde robots caros a una cabeza de mono parlante. Y se siguen llevando sobre todo para los más pequeños los muñecos que bailan con música.

En la entrada a la tienda.


Estos eran los juguetes más novedosos de la tienda.


Los muñecos que mueven la cabeza por luz solar siguen vendiéndose. Hace dos años, mi hermano nos trajo uno como estos y ahora los volvemos a ver aquí por todas partes.


Hasta está la mujer de Mazinger Z (para entendernos, imagínate a Mazinger Z en mujer).


Y la Barbie geisha. Un puntazo.


Y como no podía ser menos en todas las tiendas de juguetes hay niños y para ellos están estas máquinas de videojuegos. Pero no una ni dos, sino todo un rincón para máquinas con todos los juegos. Una versión infantil de las salas de juegos para adultos (de las que ya hablaré).


Tras estas primeras horas frenéticas en Tokyo volvimos al hotel andando. De camino compramos el desayuno ya que no suelen abrir muy temprano por la mañana. Lo ideal es que al lado del hotel tengas un 24 horas. Hay un montón de cadenas 24 horas. Al lado de nuestro hotel estaba AM/PM, donde vendían comida, bebida, revistas y hasta platos preparados. Un chollo.

Lluch a la entrada del AM/PM.


Compro sin mucho criterio (por el cansancio y porque no entiendo nada) una especie de sandwich de Nocilla, en pan Bimbo sin borde, que venden como Lunch Pack para el colegio, pero a mi me da igual. Y me pillo, flipada, un Kit Kat pero de chocolate blanco. No lo había visto nunca. Es como cuando Alaska me contó que se atiborró a té verde en todas sus variantes (chocolate, helado, bebida...) cuando estuvo aquí. (No te pierdas el diario de Nacho Canut (la otra mitad de Fangoria) en su viaje el año pasado a Tokyo). Y es que en Japón hay electrónica y juguetes a saco, pero en comida también son los reyes. Puedes encontrar cualquier cosa.

Kit Kat blanco y mi primer desayuno.

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