Como no podía ser menos los chicos quieren echarse una partida al fútbol. De camino a una sala recreativa (son diferentes pisos y los juegos de fútbol y lucha están en las plantas más altas) vemos ordenadores portátiles (también tirados de precio), pero pasando. Esto es una locura.
En la calle, hay tan pocos estacionamientos, que cada coche tiene su parquímetro como se puede ver en la primera imagen de abajo. A su lado, un japonés viciado jugando a un juego de lucha. Las máquinas se alínean una al lado de la otra. Es curioso pero aquí todo el mundo fuma, con lo cual se crea una zona de vicio absoluta.
Peik al volante del Mario Kart.
Detalle del careto Mario-Peik.
En esta sala ellos encuentran ¡sorpresa! el Winning Eleven (no existe en máquina en España) y se vician un rato. Si ganas vas acumulando partidas y al final tenemos que irnos porque hay hambre. Al ser domingo es complicado encontrar un sitio abierto al lado del hotel para cenar.
Acabamos en un Wendy's, también a punto de cerrar, pero que te dan la comida para llevar. No hay nada especial, así que una hamburguesa en toda regla antes de dormir.
Las hambuerguesas del Wendy's.
Otra opción es la comida para llevar, pero estaba todo chapado.
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